L21 GALLERY BCN
Solo Show
Barcelona, Spain
29 Junio - 01 Septiembre, 2023
The sensitive urge to grow roots to ground my emotions.
The sensitive urge to lie down in the flowers.
The sensitive urge to feel most at Home in wild places.
Don’t disturb me, I’m blooming, exposición individual de Fátima de Juan. Vistas de la instalación en L21 Barcelona, 2023
Don’t disturb me, I’m blooming, exposición individual de Fátima de Juan. Vistas de la instalación en L21 Barcelona, 2023
Don’t disturb me, I’m blooming, exposición individual de Fátima de Juan. Vistas de la instalación en L21 Barcelona, 2023
Don’t disturb me, I’m blooming, exposición individual de Fátima de Juan. Vistas de la instalación en L21 Barcelona, 2023
Don’t disturb me, I’m blooming, 2023
Acrílico y spray sobre lienzo
180 x 260 cm
Acrílico y spray sobre lienzo
180 x 260 cm
Acrílico y spray sobre lienzo
190 x 160 cm
Acrílico y spray sobre lienzo
214 x 180 cm
Acrílico y spray sobre lienzo
214 x 180 cm
Acrílico y spray sobre lienzo
190 x 160 cm
Blooming, 2023
Acrílico y spray sobre lienzo
100 x 80 cm
Acrílico y spray sobre lienzo
100 x 80 cm
DON’T DISTURB ME, I’M BLOOMING
Alicia abrió la puerta y se encontró con que daba a un estrecho pasadizo, no más ancho que una ratonera. Se arrodilló y al otro lado del pasadizo vio el jardín más maravilloso que podáis imaginar. ¡Qué ganas tenía de salir de aquella oscura sala y de pasear entre aquellos macizos de flores multicolores y aquellas frescas fuentes!
Carroll, L. (2011). Alicia en el país de las maravillas. CURRIDABAT, Costa Rica: Editorial Legado.
Es un soleado sábado por la mañana, en medio de mis vacaciones de verano, me adentro en el jardín. Aquí me encuentro: “Don’t disturb me, I’m blooming”. Es un momento de metamorfosis en el que el cuerpo se impregna de energía y todo deviene una explosión de naturaleza envuelta en vibrantes colores y embriagantes aromas. Las obras presentadas por la artista Fátima de Juan (Palma de Mallorca, 1984) suscitan sensaciones oníricas, recuerdos. La sala 1 de L21 Barcelona nos abraza y transporta al capítulo “Árboles y flores” de las “Silly Symphonies” (Disney, 1932). Nos hace viajar hasta el País de las Maravillas (Lewis Carroll, 1865). Para este proyecto, Fátima de Juan transforma el espacio expositivo en un escenario fresco, de olores y colores soñados que nos prepara y acompaña en esta evolución hacia la florescencia y la abundancia.
En esta ocasión, las mujeres de Fátima transmiten un mensaje de serenidad y autocuidado. Sus ojos relajados y uñas enfundadas contagian la paz que conlleva dejar de pelear al iniciar una nueva etapa. Adentradas en sus “Flower fortress” (2023), ellas transportan a un estado de contemplación y conexión con la naturaleza, recordando la importancia de detenerse y apreciar el entorno natural dentro del caos. La lucha ha terminado.
A través de sus obras, De Juan revela el esplendor de las flores, auténticas joyas efímeras de la naturaleza que siguen sus propias leyes y ritmos, ajenos a los nuestros. Estas, brindan valiosas enseñanzas e incitan a reflexionar sobre la gestión del tiempo y la confianza. Los procesos lentos se vuelven hermosos en su incesante contemplación, al igual que el cocodrilo de Fátima, regocijado en un fresco jardín en la obra “Don’t disturb me, I’m blooming” (2023), que riega y bautiza este nuevo proyecto.
Los hipnotizantes ojos de las pinturas «Family Tree» encabezan estos candelabros vegetales que emergen desde el suelo hacia el cielo, remitiéndonos al gótico. Transmiten ese reinicio cíclico de la semilla que crece a su propio ritmo y de esa manera impulsan hacia lo fantástico y lúdico, demostrando imaginación. Nos preparan para la fotosíntesis, un proceso más orgánico y lento, un baile al ritmo de «Plantasia» (Mort Garson, 1976). Las plantas invitan a detener el tiempo y a apreciarlo como un regalo. Animan a fragmentarlo en pequeños deleites, a reducir la aceleración y a encontrar la plenitud en la serenidad. Estas obras son un regreso al humor derivado de la tranquilidad, es un regreso a la lentitud mediterránea a través del lenguaje de la artista.
The sensitive urge to grow roots to ground my emotions. La sensible urgencia de echar raíces para enraizar mis emociones.
The sensitive urge to lie down in the flowers. El sensible impulso de tumbarse entre las flores.
The sensitive urge to feel most at Home in wild places. El impulso sensible de sentirse más a gusto en lugares salvajes.
Las obras de Fátima de Juan despiertan sensibilidad e invitan a sumergirse en un mundo donde naturaleza e imaginación se entrelazan. Recuerdan la importancia de cuidar y apreciar nuestro entorno, así como de cultivar nuestra propia transformación y crecimiento interior. En esta ocasión, Fátima se adentra en un jardín de sensaciones donde la naturaleza se convierte en un catalizador de evolución personal. En medio de un mundo acelerado, estas pinturas convidan a detenernos, respirar y permitirnos florecer en nuestra propia autenticidad. Nos regalan un momento de introspección y conexión con lo esencial, inspirándonos a abrazar nuestra florescencia y a encontrar la belleza en los pequeños detalles de la vida.
“Don’t disturb me, I’m blooming” es la fotosíntesis de la artista Fátima de Juan.
Raquel Victoria
Don’t disturb me, I’m blooming
Alice opened the door and found that it led into a small passage, not much larger than a rat-hole: she knelt down and looked along the passage into the loveliest garden you ever saw. How she longed to get out of that dark hall, and wander about among those beds of bright flowers and those cool fountains.
Carroll, L. (1869). Alice’s adventures in Wonderland. Macmillan and Co. P. 8.
It is a sunny Saturday morning, in the middle of my summer vacation. I go into the garden. Here I am: “Don’t disturb me, I’m blooming”. This is a moment of metamorphosis in which the body is impregnated with energy and everything becomes an explosion of nature wrapped in vibrant colors and intoxicating aromas. The works presented by artist Fátima de Juan (Palma de Mallorca, 1984) trigger dreamlike sensations, memories. Room 1 at L21 Barcelona embraces us and transports us to the chapter “Trees and flowers” of the “Silly Symphonies” (Disney, 1932). It makes us travel to Wonderland (Lewis Carroll, 1865). For this project, Fátima de Juan transforms the exhibition space into a fresh setting, with dreamy smells and colors that prepare and accompany us in this evolution towards flourishing and abundance.
On this occasion, Fátima’s women pass on a message of serenity and self-care. Their relaxed eyes and sheathed nails spread the peace that comes from stopping the fight when starting a new phase. Deep in their “Flower fortress” (2023), they transport us to a state of contemplation and connection with nature, recalling the importance of stopping and appreciating the natural environment within chaos. The fight is over.
Through her works, de Juan reveals the splendor of flowers, these authentic ephemeral jewels of nature that follow their own laws and rhythms, alien to ours. They provide valuable lessons and encourage reflection on time and trust. Slow processes become beautiful in their continuous contemplation, like Fátima’s crocodile, rejoicing in a cool garden in the painting “Don’t disturb me, I’m blooming” (2023), which waters and baptizes this new project.
The mesmerizing eyes of the “Family Tree” paintings lead these plant chandeliers that emerge from the ground towards the sky, reminiscent of the Gothic. They echo the cyclical restart of the seed that grows at its own pace and drives us towards a fantastic and playful universe, giving space to imagination. They prepare us for photosynthesis, a more organic and slower process, a dance to the rhythm of “Plantasia” (Mort Garson, 1976). Plants invite you to stop time and appreciate it as a gift. They encourage breaking it down into small delights, slowing down, and finding fulfillment in serenity. These works are a return to humor derived from tranquility, a return to Mediterranean slowness through the artist’s language.
The sensitive urge to grow roots to ground my emotions.
The sensitive urge to lie down in the flowers.
The sensitive urge to feel most at Home in wild places.
Fátima de Juan’s artworks spark sensitivity and invite us to immerse ourselves in a world where nature and imagination are intertwined. They remind of the importance of caring for and appreciating our environment, as well as cultivating our own transformation and inner growth. On this occasion, Fátima enters a garden of sensations where nature becomes a catalyst for personal evolution. In the midst of a fast-paced world, these paintings invite us to stop, breathe and allow ourselves to flourish in our own authenticity. They give us a moment of introspection and connection to what is essential, inspiring us to embrace our florescence and find beauty in the small details of life.
“Don’t disturb me, I’m blooming” is the photosynthesis of artist Fátima de Juan.
Raquel Victoria